Hace poco, leí una interesante reflexión: “La gran línea divisoria entre el éxito y el fracaso se encierra en tres palabras: No tuve tiempo”. El mundo moderno provoca estrés en el empresario al no gestionar de forma efectiva sus actividades. Nos quejamos de no tener tiempo, y a veces deseamos que el día tuviese más horas.
Esto me recordó a un curso que comparto en las empresas: Administración personal efectiva. Aquellas personas efectivas pueden administrarse a sí mismas en tiempo que, con un simple acto de fuerza de voluntad, logran cultivarse de manera creativa, expandiendo talentos y facultades. Tan solo es cuestión de dedicar 1 hora al día.
Crawford Greenewalt fue un ingeniero químico de EU que sirvió como presidente de DuPont, la compañía química más grande del mundo en décadas pasadas. Greenewalt cultivó el hábito de dedicar 1 hora diaria a una de sus pasiones: El estudio de colibrís y el desarrollo de equipo especial para fotografiarlos.
Otro caso de éxito es el de Wilfred Cohen, filántropo, empresario y quien fuera uno de los principales fabricantes de ropa del mundo. Después de 40 años de trabajo todavía tenía algo que anhelaba hacer, y que por el agitado ritmo de trabajo no pudo lograr: Ser pintor profesional.
Cohen no tenía razón alguna para pensar que tenía talento para pintar cuadros que valieran la pena. Y sin embargo, hizo el compromiso de dedicar 1 hora diaria para practicar pintura. Sacrificó tiempo de sueño al levantarse una hora más temprano de lo normal para darse una hora de tranquilidad y soledad en su pasión.
“Una vez que decidí pintar a esa hora, ya no podía dormir [fusion_builder_container hundred_percent=”yes” overflow=”visible”][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=”1_1″ background_position=”left top” background_color=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” spacing=”yes” background_image=”” background_repeat=”no-repeat” padding=”” margin_top=”0px” margin_bottom=”0px” class=”” id=”” animation_type=”” animation_speed=”0.3″ animation_direction=”left” hide_on_mobile=”no” center_content=”no” min_height=”none”][…], la misma ansiedad de poner manos a la obra me despertaba todas las mañanas.” Cohen instaló un estudio en su casa y durante muchos años continuó el hábito de pintar. Su vida fue transformada por la inversión de tiempo y trabajo que hizo por su pasión.
Cohen pintó lienzos extraordinarios que fueron exhibidos en muchos salones y exposiciones. Más tarde creó la Fundación Cohen que se financió con más de cientos de miles de dólares por las ventas de sus famosas pinturas.
¿Se dan cuenta de lo que ocurre si dedicamos tan solo 1 hora diaria a la pasión por un talento? 1 hora al día al año equivale a 365 horas, lo cual equivale a 45 jornadas completas de 8 horas de trabajo. Estamos hablando del equivalente a 1 mes y medio de vida productiva adicional a nuestras vidas.
Dedica una hora a aquello que siempre han querido hacer, aunque sientan que no tienen talento para ello. Comienza con un simple intento. Toda mente humana es creativa y capaz de generar poderosas ideas, solamente hay que cultivar el hábito de darle una oportunidad por una hora al día.
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es realmente sorprendente, como dedicarle una hora aquello que hemos pensado nos gustaria ser, y nunca lo intentamos puede llegar a desarrollar nuestro potencial de una manera insospechada.
administrar procesos y no personas interesante, a quienes tenemos la responsabilidad de supervizar que realisen sus trabajo con calidad nuestros compañeros.
gracias por la luz que nos das con estos articulos tan acertados