Es común ver en muchas empresas, carteles e imágenes que ostentan la misión, la visión y los valores de la empresa orgullosamente en una pared. A todo dueño o jefe de empresa le gustaría que todos los empleados pudieran dirigir sus acciones al cumplimiento de la organización.
“Ser la empresa que más vende”, “la que más clientes felices tiene”, “la que está en más lugares”, “la que tiene contentos a los inversionistas”, “la que tiene los valores que todos siguen” son algunas de las visiones, y ni siquiera mencionemos las misiones. Todos son esfuerzos por dotar a las organizaciones de una cultura organizacional que les proporcione el sentido de identidad que tanto requieren para existir exitosamente.
¿Realmente funciona?
Desafortunadamente, en muchos casos (quizás la mayoría) los cambios para dotar de una cultura organizacional a las empresas fallan, y se convierten en un desperdicio de dinero, tiempo y esfuerzo. El problema es que casi nadie define a lo que se refieren por cultura. Y muchos menos saben cómo se forma la cultura y cómo cambia.
La cultura es un grupo de normas y conductas que destacan valores compartidos que hacen que dichas normas permanezcan en cumplimiento. Imagina tu empleo, por ejemplo, un lugar donde casi todos llegan entre 8:55 y 9:05. ¿Por qué? No porque el jefe así lo haya decretado, y te despedirá si no lo haces.
Simplemente así es. ¿Y cómo es que esa conducta continúa cuando contratamos nuevo personal? Porque hemos contratado personas que compartan el valor de respetar a los demás, incluyendo respetar su tiempo, y aquellos que no lo hagan recibirán miradas fulminantes de los demás.
Esta cultura viene usualmente de los fundadores del grupo. Ellos y los directivos aprecian ciertos valores que ellos creen que les darán éxito y una ventaja competitiva al grupo. De ahí se van desprendiendo normas y conductas que, cuando un nuevo elemento entra a la organización, lo hace bajo la condición de respetar dichos valores. Increíblemente también, los nuevos observan y aprenden la cultura del grupo y se moldean con la conducta de la organización.
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¿Pero cómo es que cambia la cultura? ¿Qué podemos hacer para transmitir cambios en la cultura organizacional a una empresa? Hagamos un esfuerzo por adoptar los valores positivos en nuestros centros trabajo.