Quizás conoces a alguien que se siente realmente insatisfecha(o) con su trabajo. Quizás eres tú misma(o) la que se siente así. No es como cuando tienes un mal día o una mala semana, es más como cuando han pasado varios meses e inclusive años de un permanente sentimiento de insatisfacción.
Diariamente esta persona dedica al menos 8 horas diarias a estar en un lugar donde siente que ya no pertenece. Al que no siente que aporte algo, y mucho menos que reciba en retorno algún beneficio más allá de un sueldo. La energía dedicada a este empleo sale prácticamente a marchas forzadas.
En el proceso, el sentimiento de miseria hace que la salud de esta persona se deteriore y que la felicidad sea sacrificada por un cheque. Miedo, odio, insatisfacción es el plato diario en este empleo.
Esta es la historia real de muchas personas que hoy no solamente tienen alguna insatisfacción en su empleo, sino que realmente odian su trabajo. Y quiero compartir contigo un mensaje que me motivó a escribir esta publicación el día de hoy.
Este es el mensaje:
Y dedico a esta persona y también a todos los que se encuentran en esta situación, esta publicación en particular, sobre las 7 cosas que debes que considerar si odias tu trabajo.
1 Tú eres más que tu trabajo. No midas tu valor como persona en función de tu sueldo o salario, o sobre cómo contribuyes a la empresa en la que trabajas. Tampoco eres tu título profesional ni tampoco eres tu posición en la jerarquía de la empresa.
Vales mucho más de lo que haces en el trabajo. Si te mides en función de cosas como tu sueldo o cuantas ventas haces para tu empresa, entonces vas a carecer de la visión sobre lo que realmente puedes hacer y vales. Tu valor como persona no está atado a tu trabajo.
2 Hacer algo porque eres bueno en ello. Lo he dicho en repetidas ocasiones, la fórmula para el éxito comienza con dedicarse a aquello que nos apasiona, aquello que nos encanta. Ser bueno en algo no significa que debas dedicarte a eso, mucho menos si no te apasiona hacerlo.
Primero busca aquello que te apasiona (¿qué puedes hacer durante horas y horas sin aburrirte?), después, al hacerlo por un tiempo determinado te volverás muy bueno en ello y con práctica, te convertirás en un experto. Y entonces, y solo así, te prometo que el éxito llegará.
El problema radica en que muchas personas buscan primero el dinero (algo que se considera muy comúnmente como símbolo del éxito), después buscan volverse expertos o buenos en ese tema y al final esperan que les nazca la pasión por ello. Esto es un gran error, porque al final te puedes ver atrapado en una carrera que odias y por la cual no sientes ningún apego.
3 Ponte en primer lugar. A veces pensamos que debemos condenarnos a sufrir un empleo porque tenemos que mantener a nuestra familia y no nos queda alternativa. Te dices a ti mismo que te debes quedar en ese trabajo para mantener a tu familia. ¿Pero cómo mantienes a tu familia realmente? ¿Con dinero en el banco?
Mantener a tu familia no solo es cuestión de darles dinero a costa de ti. Tu familia necesita primero a una persona feliz, satisfecha, que sea apasionada de lo que hace, que viva cada día con intensidad.
Tu familia necesita a una persona saludable, con un corazón fuerte, con un cuerpo en forma. ¿Cómo podrás lograr eso si te estás matando en un trabajo que te está robando todo eso que tu familia necesita a cambio de solo dinero? Si, el dinero es importante, pero antes debes ponerte a ti mismo en primer lugar.
4 ¿Renunciar? En varias ocasiones me han preguntado si es necesario renunciar si odias tu empleo. No es algo que yo pueda responder ni algo que me atrevería a responderte. ¿Por qué? Es una decisión personal que tú debes tomar.
Hace años yo me dedicaba a un empleo que llegué a detestar. Fue entonces que tomé la decisión de comenzar mi propio camino y dejar ese trabajo. Lo único que te puedo decir es que la vida es muy corta como para tirarla a la basura haciendo algo que detestas.
5 Busca propósito, paz, amor y felicidad y aliméntalos más que tu miedo a la incertidumbre. Claro, a todos nos da miedo lo desconocido. Renunciar a un trabajo que odias es dar un salto al vacío sin saber donde vas a caer.
Ojo, yo no te estoy recomendando renunciar, solo te digo que si lo decides, eso es lo que sentirás, porque yo ya hice ese salto. No es fácil. Quizás renunciar te traiga un periodo de mayores angustias y en estos días un buen empleo y bien pagado no se debe dejar a la ligera, no importa cuanto lo odies.
Sin embargo, te invito a que busques tu propósito en la vida, busca el amor y la felicidad. Alimenta esos sentimientos en tu vida. Aliméntalos junto con tu familia y amigos. ¿Estás donde deberías estar? ¿Haces lo que deberías hacer? Tú sabrás los cambios necesarios que deberás adoptar en tu vida.
La vida es demasiado corta.
Finalmente solo te quiero repetir: la vida es demasiado corta como para hacer algo que detestas. No vale la pena amargarse los lunes en el trabajo. No vale esperar toda una vida, ahorrando dinero para gastarlo en tu vejez, esperando años para hacer lo que realmente quieres hacer.
Si en tu empresa existe este sentimiento de generalizada insatisfacción, te recomiendo que adquieras hoy Cómo Ser Feliz En Mi Trabajo, libro que escribí pensando en cómo las personas pueden tomar la decisión más importante de sus vidas: ser felices de manera integral.
Este tema no es por simpatía, sino porque la felicidad es un elemento indispensable para la supervivencia y productividad de tu empresa, negocio e institución.
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